Desconectar del bullicio de la ciudad en un plano donde el silencio es absoluto, la vista es inigualable y el relax es total, ¿parece un sueño? Lo es, pero absolutamente realizable, todo eso lo podemos alcanzar paseando en globo en Madrid.
Viajar en una de estas aeronaves no tiene relación alguna con un desborde de adrenalina, más bien al contrario, lo que más sentiremos es tranquilidad y paz. Obviamente antes de iniciar este viaje, si es la primera vez, puede que sintamos algo de nervios por lo desconocido, pero al iniciar el recorrido esto cambia a una sensación de bienestar, al ver como prácticamente flotamos con el viento, un viento que no sentimos porque estamos envueltos en él, y nos movemos a su velocidad y dirección.
Un poco de historia
Fue en 1783 en Francia que se realizó la primera demostración del vuelo de un globo aerostático por parte de los hermanos Joseph y Jacques Montgolfier, quienes construyeron el primero, siendo el punto de partida de la aeroestación.
Relata la historia que la idea de diseñar un globo para cumplir el sueño eterno del ser humano que es volar, se les ocurrió a los hermanos estando ambos alrededor de una fogata. Vieron que el humo se elevaba y consideraron que esto podía ser aprovechado para crear una forma de volar.
Tras diversos experimentos se dieron cuenta que el aire caliente pesa menos que el frío y eso hace que suba, fue así como tomaron la decisión de diseñar un aparato que usando este principio permitiera volar.
Experiencia sin comparativa
Aunque han pasado más de dos siglos desde que se experimentó por primera vez, la aventura de surcar el cielo a través de un globo sigue produciendo emociones a todos.
Sean de estructuras metálicas o de madera, como en sus inicios, o de fibra con telas de alta resistencia, provistos de canastas para cargar pasajeros como en la actualidad, los globos suben gracias a los principios de la termodinámica, con el aire a alta temperatura por acción de los quemadores y alterando las densidades.
Lo que se puede ver durante Paseos en globo es indescriptible, hay que vivirlo para poder entenderlo, nada es comparable a la sensación que experimentamos cuando la aeronave comienza a subir por los efectos del aire caliente.
Desde el punto de vista psicológico es una experiencia emocional que nos ayuda a entender cómo puede cambiar una realidad dependiendo del punto de vista en que se observa.
Cualquiera podría pensar que volar le producirá vértigo o náuseas, pero realmente eso no ocurre durante un paseo en globo. No genera una sensación de vértigo porque no tenemos suelo alguno como referencia sino que estamos flotando sutilmente, lo que permite disfrutar la experiencia incluso si padecemos de fobia a las alturas.
Durante el recorrido no hay movimientos perceptibles, balanceos ni inclinación alguna, y el desplazamiento vertical es muy lento, esto hace que la experiencia sea totalmente agradable y apacible.
El momento ideal para volar en globo es a tempranas horas del día, de hecho estas actividades se programan prácticamente para coincidir con el amanecer, ¿la razón? Existe menos probabilidad de encontrar viento principalmente.
Escapada ideal
Sin duda unas vacaciones que incluyan esta experiencia maravillosa serán más que inolvidables, de hecho se ha convertido en un elemento potenciador del turismo en todo el mundo. Pero no necesariamente debemos estar de vacaciones para vivirla.
Para salir de la rutina, del estrés del día a día o celebrar una ocasión especial, como el Día de los Enamorados este 14 de febrero, hacer un paseo en globo Madrid es una opción inmejorable.
En Villanueva de la Cañada, a tan sólo 25 minutos de la capital española, se inicia esta aventura desde el Parque Regional Guadarrama, disfrutando de la imponente sierra de Madrid, hasta llegar a donde nos lleve el viento, literalmente, lo que será en un área entre Quijorna y Brunete.
Si quieres cambiar un poco el contexto para hacer más fascinante la aventura, un paseo en globo Segovia es una alternativa para vivir al máximo esta experiencia.
Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, ofrece al visitante maravillosas vistas para contemplar desde las alturas y, una vez terminado el paseo, cuenta con variadas alternativas turísticas para escoger entre variada gastronomía y hermosos alojamientos, lo mejor es que queda a tan solo 1 hora y 15 minutos de Madrid en coche particular.